Si una tendencia egoísta le está impidiendo despreocuparse de usted, examine su actitud y decídase a hacer de las necesidades de los demás una prioridad en su vida. Empiece haciéndose las siguientes preguntas diariamente, tanto al principio como al final de cada día:
¿A quién estoy beneficiando con mi vida?
¿A quién estoy ayudando que no puede devolverme el favor ayudándome?
¿A quién estoy levantando cuando no puede hacerlo por sí solo?
¿A quien estoy dando ánimo diariamente?
Si usted va a actuar cada día con los intereses de los demás en su mente, pronto va a poder dar respuestas concretas y afirmativas a estas preguntas.
Fuimos creados por Dios para ser canales de bendición. Dios derrama bendición sobre nuestras vidas para que nosotros también bendigamos a otros.
Y el SEÑOR dijo a Abraham: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Génesis 12:1-3.
Es importante que los jóvenes cristianos marquen la diferencia, y transformen con su luz, todas aquellas personas que los rodean, para que reconozcan el amor que solo Dios puede manifestar através de sus hijos. Y cuando creemos todo perdido, él nos dice hay esperanza, una nueva generación, elegida puede cambiar el futuro, dando libertad a la sociedad, por que no al mundo, todo puede lograrse solo con fe.
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