miércoles, 18 de mayo de 2011

¡¿Qué hago con mi hijo?!

Los niños, por ser niños, actúan como niños.  Tienen comportamiento que los padres quisieren ver cambiar—la pereza, falta de respeto, peleas constantes, etc. Aquí hay algunas sugerencias para el reto grande de ayudar a su hijo(a) a cambiar:
#1 Escojan bien su batalla.  No intenten cambiar todo a la vez.  ¿Qué situación está causando más problemas en la relación?
#2 Ponerse de acuerdo.  Como padres, decidan con qué comportamiento van a trabajar, y cómo lo van a hacer.  Ningún método va a funcionar bien si no hay unidad entre la pareja. Tomen tiempo para orar y buscar tanto la sabiduría del Señor en Su palabra como el consejo de alguien con experiencia.
#3 Conversen con su hijo(a).  Escojan un momento tranquilo para explicar la nueva regla.  Expliquen exactamente que esperan y las consecuencias de seguir/no seguir la regla. No hablen con generalidades, sean lo más específicos que puedan.  Si han fallado en no estar claros o consistentes en el pasado, pidan perdón.  Oren juntos.
#4 Averigüen si hay algo que puedan hacer para ayudar a su hijo(a) a cumplir con la nueva regla.  Escuchen la perspectiva de el o ella y pongan de su parte para cambiar si es necesario.
#5 Den elogios merecidos.  Vea cuando hay un esfuerzo, aún si sea pequeño.
#6 Cumplan.  Los cambios requieren tiempo y esfuerzo. Los niños saben muy bien  que es fácil regresar a los hábitos viejos y van a probar su voluntad. Si hacen una promesa relacionada al cambio—cumplan.
Criar a nuestros hijos es un parte importante de la obra del Señor. Tomen como su versículo clave I Corintios 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
Dios les bendiga en sus esfuerzos

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